Ubicado en Lugano, Buenos Aires. Eesquina de Av. Fernandez de la Cruz y Av. Escalada.

El proyecto se tensa en los focos barriales y se implanta conformando un pasaje urbano, que conecta la estación de tren con la Villa Olímpica y el metrobús, y genera un recorrido peatonal. Buscando ser un nexo entre las distintas situaciones del barrio.
Abre lugar al vacío de transición y encuentro, entre los dos espacios principales del edificio: por un lado, las gradas de forma semicircular encierran el espacio de microestadio; y hacia la espalda, se organiza el club deportivo.
Se busca que los espacios sean de uso regular, a una escala barrial, más allá de la realización de grandes eventos.

El micro-estadio cuenta con ingresos en dos niveles, para distribuir el flujo masivo. En planta baja, tres accesos sirven a las gradas inferiores; mientras que las gradas superiores cuentan con dos accesos en primer piso.

La estructura se diseña, en su mayoría, por perfiles metálicos; donde a partir de la repetición de una misma pieza estructural, se logra conformar el proyecto. La pieza es apoyo de las gradas y losa de hormigón; así como también materializa la cubierta que tensa la membrana para permitir el ingreso de luz al estadio. Además resuelve los agarres del cerramiento metálico microperforado, que se retira del espacio de gradas, permitiendo un gran semicubierto que da lugar a espacios circulatorios y de espera, así como a espacios de encuentro.